Matando al novio de su ex

Autor(a): Edgardo Sibajaraya


Estaban en una bodega abandonada cerca de Tibás. Estaba húmedo, el piso verde, olía mal. El futuro asesino había tomado mucho y ahora estaba sentado frente a él, por fin. —¿Ya se la cogió, hijueputa? El tipo temblaba, sudaba, sangraba y lloraba. La boca tapada con cinta, se encontraba hincado en el suelo lleno de vidrios. Negó con la cabeza. —¡No me mienta, mae! —afirmó. Inmediatamente le dio una patada que le dio de lleno en su entrepierna. El tipo cayó de cara a los vidrios. —Mae, perdón, yo sé que usted no tiene la culpa de todo esto, pero ¿cómo se le ocurre meterse con ella? Ella era novia de un mae que es loco: yo, ¡yo, imbécil! —le encajó otra patada, esta vez en las costillas. El tipo alzó la mirada y lo volvió a ver: su futuro asesino. —¿Quiere hablar? Se agachó y le quitó la gruesa cinta de la boca. —Hable, hijueputa. —Oiga, hermano, tranquilo… si lo que usted quiere es que me aparte, yo me aparto, pero tranquilo, déjeme ir, por favor. Lloraba mientras suplicaba. —No, ya no me interesa. Ya usted se cagó en todo. ¡En todo! —Hermano, déjeme irme, por favor. —Vuelva a decirme “hermano”, hijueputa, y verá que se va a morir sin dientes —lo odiaba y él lo sentía, lo veía en sus ojos—. ¿Usted fuma, hijueputa? —No. —Bueno, hoy sí —sacó dos cigarros, uno se lo colocó en la boca y el otro se lo dio al tipo, encendió los dos—. Cada vez que se le caiga lo voy a patear, así que tenga cuidado y trague el humo, no fume como idiota. Entró una llamada al teléfono del futuro asesino. —Dígame, mae. —¿Qué está haciendo? —Acá, matando al novio de mi ex. Del otro lado de la línea se escucharon risas. —Bueno, me llama un toque cuando termine. Colgaron. —Mae, no sé cómo matarlo todavía, ¿puede creerlo? —No me mate, hermano. Inmediatamente, una patada se le estrelló en la cara. —¿Usted es idiota, mae? No me diga “hermano”. El tipo sangraba significativamente por la boca, a veces tosía. El futuro asesino se sentó en una silla frente al tipo y lo miró a los ojos. Pensaba en cómo matarlo que no fuera tan traumático para él mismo en el futuro. Ahorcarlo, dispararle, degollarlo, cortarle las venas, un golpe en la cabeza... todas las ideas pasaban por su mente y ninguna le convencía al cien por ciento. Tomó el arma del suelo, la limpiaba en su pantalón y se veía en el reflejo. El tipo temblaba. Limpiaba de nuevo el arma, estaba tranquilo. De repente, el tipo gritó: —¡Ayuda! El futuro asesino se asustó y de alguna forma el arma en sus manos se disparó. El sonido fue ensordecedor dentro de esa pequeña bodega. Cuando volvió en sí, se rió y dirigió la vista a su víctima. —Oiga, ¿vio eso, mae? Qué peligroso. La bala le había impactado justo en la cara al pobre tipo. De pronto le dio un ataque de risa. —Hijueputa, yo pensaba que esto solo pasaba en las películas —hablaba solo—. Bueno, ya al menos salí de esto. Se acercó al cuerpo, sacó el teléfono del bolsillo del pantalón y escribió un mensaje para ella. El novio muerto: Amor, llego en media hora. El, ahora, asesino tomó el cuerpo y lo montó a la cajuela de su auto. Lo tiró justo al frente del portón de la casa de su exnovia. Sin duda iba a ser un cuadro inolvidable. Se alejó riendo.

Sobre este cuento

Título: Matando al novio de su ex.

Autor(a): Edgardo Sibajaraya.

Estilo(s): Romance. *

Estilo narrativo: Tercera persona. *

Personajes: . *

Ambiente: Bodega abandonada en Tibás. *

Sinopsis: Un hombre secuestra y asesina al novio de su exnovia en un acto de celos y venganza. *

Tema principal: Celos y venganza. *

Punto de giro: El futuro asesino dispara accidentalmente y mata al novio. *

Mensaje o moraleja: La violencia y la venganza son destructivas y no resuelven el dolor emocional; la obsesión puede llevar a acciones irreversibles y trágicas. *

Sentimientos: ira desesperación violencia

* Información generada parcialmente con herramientas de inteligencia artificial.


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