Flores o Música

Autor(a): Edgardo Sibajaraya


Con lágrimas en los ojos, se disponía a escribir una carta que entregaría ese mismo día a alguien que se encontraba a escasos diez metros, bajo el mismo techo, a dos habitaciones de distancia. Hay cosas que es mejor escribirlas que decirlas. Plumilla negra, la misma que utilizaba para hacer sus dibujos. Papel de una agenda del dos mil doce que siempre estaba en la cocina. Escribió. Escribo esto porque ya no soporto la desesperación. Todo fue magnífico cuando fuimos novios, todo fue magnífico cuando nos casamos, pero desde nuestra hija todo ha venido a mal. No sé qué te pasa. Pasé a ser un estorbo, o por lo menos eso siento. Además, ya no hay detalles, no hay flores o música, ya nada es igual. Y lo sabés. Tu estado de ánimo no es el mismo. No sé si será el trabajo, no sé si seré yo, no sé si ya te cansaste de la vida en pareja. Todas las veces que has esquivado mis “¿qué te pasa?” o respondido con un simple “nada”. Todas esas veces pesan, ¿sabés? Es duro vivir con una piedra, y más duro si amo a esa piedra y es el padre de mi hija. No soporto más la situación, y sobreponiendo mi salud mental y corporal a mis deseos, quiero pedirte que te vayás. Con la niña ya arreglaremos las cosas, pero por favor no sigamos jugando a que no pasa nada. Se secó las lágrimas, arrancó la hoja de la agenda, la dobló en tres y se dirigió al cuarto donde estaba el destinatario junto a su hija. Con cada paso que daba, más lágrimas afloraban, mismas que limpiaba de inmediato con su brazo. Llegando a la puerta, pudo escuchar al padre de su hija contándole un cuento. Se detuvo a la par de la puerta, de forma que no pudiera ser vista, y se sentó en el piso. —Este cuento se llama “El príncipe feliz”, el primero que lo contó fue un tal Oscar. —¿El mismo señor del otro día? —Sí —sonrió, le encantaba eso de ser padre. La madre escuchó todo el cuento desde afuera; casi que podía recitarlo de memoria, era su favorito y él lo sabía. Terminó el cuento esquivando la última parte, donde se mencionaba a Dios; esa parte era suprimida de cualquier cuento que se contara. —¿Te gustó? —Sí. —Es el favorito de mamá. Sonrió la niña, mientras el sueño le cerraba los ojos. Lloró la madre afuera. Salió el hombre de la habitación y vio a su esposa ahí sentada, abrazando sus rodillas, ahogando el llanto. —¿Qué te pasa? —le preguntó preocupado el hombre. La mujer le extendió la mano junto con una carta. Él cuidadosamente la leyó; las lágrimas empezaron a salir sin control. Estuvieron ahí sin decir una palabra durante una hora. —Tenemos que hablar —dijo él. —Ya es tarde.

Sobre este cuento

Título: Flores o Música.

Autor(a): Edgardo Sibajaraya.

Estilo(s): Realismo. *

Estilo narrativo: Tercera persona. *

Personajes: . *

Ambiente: Casa familiar. *

Sinopsis: Una mujer escribe una carta a su esposo expresando su desesperación y la falta de conexión en su matrimonio. *

Tema principal: Desesperación y falta de comunicación en la relación. *

Punto de giro: El esposo lee la carta de su esposa y se da cuenta de su dolor. *

Mensaje o moraleja: La comunicación es esencial para mantener la conexión en una relación; la falta de atención a los detalles puede causar distanciamiento. *

Sentimientos: tristeza desesperación resignación

* Información generada parcialmente con herramientas de inteligencia artificial.


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