Segunda Oportunidad
Autor(a): Roberto Sibaja Araya
Me encantó cuando leí su perfil en el app de citas, de inmediato pensé “ojalá también yo le atraiga”. Cuando vi que le gusté de vuelta se me aceleró el corazón, sonreí. – De vez en cuando uno ve en estas apps una persona que uno desea mucho que le dé match, y así fue con usted – Yo también me alegro de que haya sucedido así. – Me respondió. Fueron mágicas esas primeras conversaciones, se notó la atracción desde un inicio, cada vez que recibía un mensaje de ella era feliz. Le dije que saliéramos, y ella aceptó Nos quedamos de ver en un pequeño bar en la ciudad. Luz íntima y buena música. Esa noche sonó mucho Interpol, el ambiente no podía ser mejor. Nunca nos sentimos incómodos, nos reímos mucho, contamos nuestras historias, ninguno de los dos mencionó a sus ex, estábamos en el presente, viéndonos a los ojos con cara de enamorados imbéciles, sí, se notaba que estábamos enamorados y ni siquiera nos habíamos dado el primer beso. Salimos a fumar, nos vimos a los ojos, ya estábamos un poco ebrios, y ambos sonreímos, sabíamos que ya era hora de ese primer beso, y fue mágico, era todo lo que esperaba, tierno, pero intenso, y con sabor a Marlboro. Nos quedamos unas horas más en el bar, ya estábamos bastante ebrios – ¿Quiere ir a mi apartamento? – me dijo ella Acepté, pedimos un Uber y nos fuimos Su apartamento estaba lleno de libros, desacomodado, una pequeña ventana que daba a la calle, ceniceros con varias colillas, me encantaba como olía, me encantaba todo. No tardó mucho para que nos besáramos, esta vez la sutileza no existía, nos deseábamos con toda gana y pasión, y nos dejamos ir, nos dejamos ser. Fue una noche perfecta. Al siguiente día me fui a mi casa, a terminar el fin de semana, acostado en mi cama, escribiéndole, pensando en ella. Ambos sabíamos que no queríamos nada serio, lo dejamos muy claro. Estábamos enamorados, sí, pero no queríamos el compromiso de ser novios, y con eso estábamos felices. Nos vimos por meses, teníamos citas geniales, sexo increíble. No éramos exclusivos, no nos debíamos nada uno al otro, éramos libres, felices y enamorados. Y entonces pasó lo que temía desde un inicio, pero que nunca quise tan siquiera pensarlo – Quiero ser muy honesta y directa con usted, sé que lo que tenemos ahora funciona muy bien, pero no estoy contenta, no por completo, siento celos cuando sale con otra persona, cuando no me contesta mis mensajes me deprimo, me odio por sentir todo esto, pero tengo que ser honesta conmigo misma y con usted, ya hemos dicho que nos amamos y que además amamos ser libres, pero ya no puedo más, me molesta querer esta mierda cliché que nos dice la sociedad, pero lo quiero como mi novio, solo para mí. Me puse a llorar cuando leí su mensaje, estaba devastado, porque por más que la amara, sabía que no podía darle lo que ella quería. Si lo hacía, me forzaría a ser alguien que no era. Así que se lo dije, con lágrimas en los ojos, con mi corazón latiendo a más no poder se lo dije, era lo mejor para los dos. Las siguientes semanas las pasé completamente deprimido, no quería trabajar, no quería salir con nadie, no quería ver a nadie, ni hablar con mis amigos, ni con mi familia. Tenía tantas ganas de escribirle, deseaba leer sus “buenos días” y sus “buenas noches”, deseaba verla, contarle de mi día, pasar el maldito domingo acostado con ella viendo una película. Fumar ya no era lo mismo, cada cigarro me recordaba verla a ella prendiendo el suyo, qué hermosa se veía. Pero no solo sabia que escribirle era un error, ella me había bloqueado de cualquier app. Después de unos meses de duelo, me atreví a salir con alguien más. Fue una mierda, no sentí nada de lo que sentí con ella, solo deseaba que esa persona fuera ella. Y ahí fue cuando algo cambió, me dije “¿qué está haciendo? Tiene la oportunidad perfecta de seguir con una persona que lo ama, que lo entiende, que lo aprecia. Y aquí está intentando camuflar sus sentimientos con otra persona”. Le dije a mi cita de esa noche que la verdad no me sentía cómodo, que no era culpa de él y que quería irme a mi departamento. Él entendió de buena manera. En el camino en Uber iba feliz, esperanzado, pensando como la iba a contactar. Me tenía bloqueado de apps, pero intentaría llamándola. – El servicio al que usted ha llamado, ha sido desactivado – Me dijo la maldita máquina. No me iba a rendir tan fácil, recordé el nombre de una de sus amigas, así que intenté escribiéndole a ella. – Perdón que le escriba de la nada, yo salía con Natalia hace unos meses, sé que usted es muy buena amiga de ella, y necesito hablar con ella, ¿usted podría decirle, porfa? Esperé con ilusión la respuesta de su amiga, hasta que me llegó la notificación. – Hola… de verdad lamento mucho ser yo la que le dé la noticia, a Nati la toparon unos tipos hace unas semanas mientras iba de camino a su casa después de ir un bar, ella intentó resistirse y le dispararon 3 veces, yo sé que ustedes eran muy cercanos, entonces de verdad lamento mucho darle esta noticia No podía creer lo que estaba leyendo, no podía, simplemente tiré mi celular al suelo y me quedé viendo a la pared, estaba en shock. Y entonces exploté, a llorar, a pegarle a todo, a odiar el mundo, a gritar, me valía mierda que mis vecinos me escucharan, mi mundo se había venido al suelo, en ese momento solo era un ser de odio y desesperación. Y nunca logré recuperarme, nunca logré ver la vida de la misma manera, nunca más quise vivir. Así que perdón que tenga que leer esto, usted ha sido mi amigo de años, y sé que le va a doler leer esta carta, pero no podía dejar que mi familia la leyera primero, perdón por hacerlo tener que darle la noticia a mi familia, ellos saben que los amo demasiado y odio hacerlos sufrir, pero ya no puedo más con esta vida. Sepan todos que fui feliz, pero fui feliz gracias a ella. Y ya no existe, así que tampoco existiré yo.
Sobre este cuento
Título: Segunda Oportunidad.
Autor(a): Roberto Sibaja Araya.
Estilo(s): Realismo Mágico. Ensayo. *
Estilo narrativo: Primera persona, confesional, íntimo, emocionalmente crudo. *
Personajes: . *
Ambiente: Relaciones modernas a través de apps, bares urbanos, duelo emocional, entorno cotidiano de un joven adulto. *
Sinopsis: Un amor sin etiquetas se transforma en el centro de gravedad emocional de un hombre que se niega a cambiar su esencia. Cuando ella muere trágicamente, él decide seguirla.. *
Tema principal: El duelo inconsolable tras la pérdida del amor idealizado y el quiebre existencial que deja.. *
Punto de giro: Cuando el narrador se entera de la muerte violenta de Natalia y pierde toda voluntad de vivir. *
Mensaje o moraleja: A veces el amor es tan profundo que, al perderlo, se pierde el sentido mismo de existir. La libertad emocional también puede tener un costo devastador.. *
Sentimientos: amor desesperación vacío
* Información generada parcialmente con herramientas de inteligencia artificial.
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